Mañana, a las 10, en el CEM 55 de la localidad vallemediense de Luis Beltrán se repetirá una convocatoria que se llevó a cabo el martes en el CEM 47 de Choele y que tiene que ver, ni más ni menos, con poner sobre la mesa de discusión la hoy repudiada Conquista del Desierto. Más allá del contenido concreto de la charla-debate es una buena oportunidad para que empecemos a valorar el aporte del nativo y no nos sacudamos cada tanto como sucedió tras el polémico discurso del ministro de Educación de la Nación, Esteban Bullrich, durante su paso por Choele Choel.
Varios de los que vivimos en la región tenemos un ancestro nativo, en mi caso, con orgullo puedo decir que mi abuela Tomasa Carolino fue descendiente directa de una de las tantas tribus que poblaron esta y otras zonas de las provincias de Buenos Aires, La Pampa y Río Negro. Dejemos las hipocresías de lado y empecemos a mirar el hoy rescatando el aporte del auténtico dueño de la tierra sin desconocer la labor del inmigrante. Plantear el tema es un buen inicio pero hay que reclamar más a intendentes y legisladores: que propicien la creación de museos donde se muestren esas culturas, se reconozca a los nativos con nombres de calles y edificios, y se convoque a especialistas como el doctor en filosofía Ricardo Nocetti, quien no sólo se encargó de investigar la vida de Ceferino Namuncurá sino que dirigió en varias oportunidades un destacado curso sobre los grandes cacicazgos (el cual tuve oportunidad de realizar). También existe el Programa de Investigación Geográfico Político Patagónico de la Universidad Católica Argentina (UCA) y algunos trabajos de alumnos del Instituto de Formación Docente Continua de Beltrán, que se ocuparon del asunto. Esto sería apenas una forma de acercarnos a los pueblos originarios, hoy olvidados y que se merecen un protagonismo por sí solos sin necesidad de repudios oportunistas de políticos, funcionarios y fuerzas partidarias.
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