No es fácil ser profeta en su tierra: definitivamente es un privilegio de pocos. El beltranense Claudio Pino está entre esos pocos que, con mucha humildad, dejó su huella en la región del Valle Medio con sus esculturas y ahora busca abrirse camino en la tierra europea. Con mucho entusiasmo, da pasos firmes como la participación en la prestigiosa Primera edición de Arte en la Calle Sant Jordi 2017, en la ciudad española de Barcelona, donde trabaja en vivo ante la mirada del público. Precisamente, una agenda muy completa, le impidió formar parte de la inauguración de su obra, el Dragón Galés, en la plaza céntrica del pueblo. Aunque no quiso anticipar nada, podría haber más sorpresas para su localidad de origen. «Ya veremos», le dijo a La Voz. Mientras tanto, sigue desparramando su arte del otro lado del Atlántico y haciéndole frente a la lógica nostalgia por los afectos y recuerdos que se encuentran a miles de kilómetros.
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