Fueron los años dorados del país, cuando estábamos casi en el top ten de las naciones del mundo. En ese marco, la dirigencia visionaria no paraba de pensar grandes proyectos e imaginar una Argentina con múltiples vías de comunicación. Y allá por 1929, antes del primer golpe de estado que sacudiría la democracia, estuvo muy cerca de aprobarse la iniciativa que habría transformado a la región del Valle Medio: un tren que iba atravesar la isla de Choele Choel y llegaría hasta el Valle Inferior y desembocaría en la ciudad bonaerense de Carmen de Patagones.
Uno de los hombres más entusiasmados con la propuesta fue el ingeniero Rodolfo Ballester, quien consideraba que la zona mostraría un desarrollo superlativo con un tren que uniera las localidades de Darwin y Patagones. Sin embargo, el Ferrocarril Sud no avanzó con la concreción de la línea férrea y hoy, el ambicioso proyecto, forma parte de un pasado muy lejano.
Posdata: muchos dirigentes regionales poco pique de este tiempo cada tanto reflotan una propuesta de tren que arrancaría en el Valle Medio y llegaría a San Antonio aunque como ya muchos saben se tratan de lindos relatos, alejados de la realidad económica que se vive.
Fuente: César A. Vapnarsky, Pueblos del Norte de la Patagonia, 1779-1957
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